Conferencia
Mis queridos devotos.
Todo mi afecto desde la casa de
Gouranga Radha Madan Mohan en Argentina
Hoy he estado meditando en como
debemos ir corrigiendo nuestra vida para cualificarnos como servidores de la
Dulzura Suprema.
Esa no es una dulzura cualquiera, es
la dulzura de Vrindavan, donde todo es dulce:
El baile es dulce, las ofrendas son
dulces, las amistades son dulces, los compromisos son dulces, todo lo que Sri
Krishna hace es dulce. Aquellos que están deseosos de lograr que su vida
humana valga la pena, solo tienen que conectarse con esa dulzura. La dulzura
del mundo espiritual nos va a ayudar a superar la amargura de la experiencia
del mundo egoísta. Realmente eso es algo que lo podemos percibir fácilmente
cuando nos ponemos en contacto con el Santo Nombre.
Esta dulzura de la que les hablo no
es una exageración, por eso, cuando alguien recibe el darshan de las deidades
del Señor uno se percata y percibe la dulzura que ellas emanan.
Radha y Krishna, Goura Nitai,
Giriraj, todos emanan dulzura. Nunca se ha visto una deidad con la cara triste.
Ellos animan la dulzura y el amor. Esa es la esencia que nos permite recordar y
entender que la vida humana si vale la pena. Porque la vida humana es
potencialmente dulce. La vida humana se vuelve dulce cuando tus ideales
coinciden con el propósito esencial de tu vida. Mejor dicho, cuando todo lo
hermoso que tienes es ofrecido a Krishna. Hay mucha gente que tiene mucha
hermosura, pero como son envidiosos de Dios, solo quieren disfrutar ellos de
eso y se creen a la altura de Krishna, de Radha...
Ellos solo buscan ser el centro.
Así, en el mundo material todos
buscan ser respetados y apreciados. De una u otra manera las personas buscan
eso: estudian en grandes universidades para ser respetados, hacen campañas políticas
para tener más respeto, corren detrás del dinero para ser respetados, van al
peluquero para ser respetados, se hacen tatuajes o piercings para ser
respetados y así... las cosas más extravagantes. Algunos incluso se degradan
para ser respetados. ¿Por qué estamos tan ansiosos de tener respeto? Porque esa
es la antesala al apego y apego es la antesala al amor. En fin, hacemos todo
ese teatro buscando alguien que nos ame y nos diga que nos quiere. Ese es un
gran error que nos lleva a la amargura, el pensar que para ser querido tengo
que tener algo especial. ¿Por que? Porque todas las expectativas que no son
respondidas se vuelven totalmente amargas.
La vida del devoto, en cambio, es
completamente dulce porque el no busca destacar en algo para que los demas lo
aprecien, solo anhela servir. El reconocimiento requiere un gran esfuerzo que
se basa principalmente en la competencia. Competir por quien recibe el aplauso,
quien es el más destacado, el más lindo, el más esto o lo otro. Es como la
historia para niños de Blanca Nieves, donde la bruja le pregunta al espejo:
"espejito, espejito, quien en todo el mundo es la más bonita" y como
el espejo le dice que hay alguien mas bonita que ella, entonces ella intenta
perdidamente eliminarla. Para ser la más reconocida. Claro, todo el mundo
piensa en ese ejemplo y se ríe o creen que es exagerado, pero al fin de cuentas
terminan haciendo lo mismo y compitiendo de una forma u otra para el
reconocimiento. Para eso van a la peluquería, para eso se arreglan, etc, etc. Y
las relaciones con otras personas se vuelven falsas y se basan solo en el
reconocimiento.
Uno cree que sus amigos son los que
lo aprecian todo el tiempo. Pero ese es otro engaño. El mundo material es un
mundo de engaños. Imagínese, para vestirse como alguien especial uno debe pagar
más dinero. Para estar a la moda uno debe competir con otros. Para destacarse
por tener las mejores gafas también toca pagar más dinero. Es absurdo.
Existen personas que pagan miles de dólares
por un vestido que van a usar solo una vez en una noche. Cosas así, absurdas.
El ser humano se enloquece buscando
una falsa dulzura. Que no es real, sino es más que un derroche y un crimen.
Imagine, gastar más dinero de lo que uno necesita y tener un standar de vida
exageradamente elevado es un crimen. Pero nadie entiende eso cuando la
competencia se trata de ser el más "diferente", el más
"derrochador", el más "especial", el más
"borracho", etc. Puras competencias absurdas que ofrece el mundo
material absurdo.
Como vamos a hablar de vida sencilla
y pensamiento elevado cuando las personas en realidad están buscando ser los
mas locos de los locos. No buscan ser los más sabios, sino los más locos.
Todos añoramos amor y dulzura. Sin
amor no podemos vivir, sin dulzura no podemos subsistir. Somos adictos a esta
dulzura y estamos sedientos de ella. Pero, ¿Dónde la obtenemos? Pues, en la
conciencia de Vrindavan. Pues Vrindavan es un estado de conciencia. No es algo
que se puede comprar, no es algo físicamente definible.
No es algo que podemos monopolizar y
mercadear. Vrindavan es la tierra del amor y el amor es aquello que se gana espontáneamente.
Les doy un ejemplo: Un ser humano
quiere a otro ser humano, bueno ellos derepente forman una familia juntos, pero
si uno de los seres humanos comienza a fijarse en una tercera persona entonces
causa que la pareja se ofenda, pues cuando deciden estar juntos se prometen
fidelidad mutua. Sin embargo ese querer tiene una gran deficiencia... porque
aunque la persona le promete que lo va a querer, en realidad lo que pasa es que
"lo quiere para si mismo" "te quiero para que me quieras",
"te quiero para que me cuides", "te quiero para que me
cocines", "te quiero para que hagas todo lo que yo quiero", etc.
Esa actitud no es amor, es más bien explotación.
Querer a otro por conveniencia. Eso
pasa mucho hoy en día, es algo muy común y es producto de la ilusión, pensando
que ahí van a encontrar la dulzura. La dulzura si existe, mis queridos, en
Krishna se encuentran toda la dulzura. Porque él es tan bello y tan dulce que
cuando amo a Krishna puedo amar a todos los demás. Es un amor completo, genuino
y puro. Lo único que no entra en este amor es la explotación sexual.
El amor hacia todos es asexual, claro,
puede ser físico en el sentido que uno hace sacrificios por otros, demuestra cariño
a los demás, etc., pero no es un amor sexual como se entiende en el mundo
material. Porque Krishna nos encanta con su dulzura y eso llena completamente
el corazón. Krishna es el Encantador Infinito y nos mantiene encantados por él.
Es eso real Si nos encantamos por las cosas de este mundo, ¿Cómo no nos vamos a
encantar por la fuente que originó todas esas cosas encantadoras? Dulzura y
amor, eso debemos seguir anhelando siempre.
Para mi es muy importante que cada
uno de ustedes se sienta feliz y este haciendo un servicio que lo haga feliz y
que lo conecte con la dulzura. Solo puedo decir que el apoyo de cada uno de
ustedes siempre ha sido y será lo más lindo que he recibido. Yo oro para que
sean felices. Claro, siempre hay cosas que cambian, por eso debemos aprender a
bailar al ritmo de los golpes de la vida, siempre buscando refugiarnos en la
dulzura del Señor del corazón
Este es el mensaje que quería
compartir con ustedes en el día de hoy. Gracias por ayudarme y acompañarme en
este intento de servir los pies de loto de Srila Prabhupada.
Hari bol!
Su siempre bienqueriente
Swami B. A. Paramadvaiti.