Conferencia
desde Córdoba.
Mis muy queridos devotos, les envío
todo mi afecto desde Argentina.
Hoy quiero hablarles de un tema que
siempre hablamos, pero que nunca está de más recordar. Se trata de la
importancia de la vida de brahmacari.
Brahmacari identifica a las personas
que son entrenados bajo los valores superiores de la vida. Son los estudiantes
de la verdad. Brahmacari practica celibato con gran satisfacción, pues sabe que
sus votos son el fruto maduro de la vida consagrada. Mantiene sus ideales que
lo llevan a ser un brahmacari. En un mundo basado en el disfrute sexual, el
brahmacari está a salvo de toda esa contaminación y lucha por encontrar un Gusto Superior.
En el mundo material solo se busca la
complacencia de los sentidos y se cree que entre mas vida sexual se tenga, mas
vale la vida. Está tan difundido ese mensaje que ni si quiera se piensa en los
efectos negativos de todo ello... solo en el disfrute de unos pocos momentos.
En cambio en la vida de brahmacari
uno experimenta algo totalmente diferente, se vive la alegría de ser soltero. Yo
no quiero pintarles que la vida de brahmacari es "color de rosa",
pues eso tampoco existe, Pero Srila Prabhupada nos dijo que el propósito de la
vida era superar el impulso sexual. No queremos creer que el impulso sexual no
existe, pues claramente existe y esa es la principal razón por la cual las
entidades vivientes se mantienen enredadas en este mundo, sin embargo no es la
meta de nuestra vida. Tampoco es el objetivo por el cual nuestra alma está
luchando. Esa meta es mucho más elevada y está por encima de cualquier placer
sexual mundano. Por eso la vida de brahmacari es tan importante, ya sea que te
vas a preparar para ser un grihasta piloso o un sannyasi predicador, es la base
del entrenamiento para aprender a controlar los sentidos y así evitar volverse
un esclavo de ellos. Es el inicio a la libertad de acción, pues mientras se
mantenga como esclavo de los sentidos uno no tiene ninguna capacidad de elegir.
Control de los sentidos es lo mínimo
que uno tiene que desarrollar para no volverse un esclavo de los deseos, un
esclavo de la mente, un esclavo de la vida animal que llevamos dentro. Los
brahmacaris aprenden que existen dos tipos de sexualidad: una impropia que
llega a ser terrible y otra divina y protegida. Por ello tenemos que aprender a
distinguir entre esos dos tipos antes de practicar cualquier forma de vida
sexual.
La vida sexual implica que la persona
desarrolle respeto por la vida, comprensión del Creador y Su creación y respeto
y afecto por todas las demás entidades vivientes. La castidad es un aspecto
fundamental en la vida de un brahmacari. Castidad quiere decir fidelidad, un
brahmacari es fiel a sus ideales. Castidad es el acceso a la existencia
digna, es una necesidad que nos permite elevar las virtudes del propio ser de
manera magnifica y casi inestimable. Castidad es el ingrediente para tener
relaciones sinceras. Cuando se rompe la castidad, automáticamente todos los
niveles de respeto desaparecen.
En la Conciencia de Krishna se trata
el asunto de la sexualidad con mucho respeto, pero también con mucha claridad,
porque se considera el cuerpo como un templo. Es un templo porque la entidad
viviente y paramatma están dentro del cuerpo. Este mismo templo, tiene la capacidad reproductora de
engendrar otro ser para que venga a este mundo. Eso se convierte en algo muy
sagrado. Considerar el cuerpo como un vulgar elemento de disfrute, sin
considerar sus cualidades divinas, es una falta de respeto a esa entidad
viviente. Solo pensar en la apariencia externa y no en la jiva que le da vida, es
parte de la mentalidad lujuriosa popular actual, que no tiene ningún aprecio a
la vida, mucho menos al altar del cuerpo, al templo de una persona.
La razón por la cual las familias no
son fuertes hoy en día y los hogares se rompen es principalmente porque los
padres no han sido serios y respetuosos consigo mismos y han abusado de sus
facultades, de sus cuerpos y los cuerpos de otros. Así, solo les espera miseria
en la vida familiar, pues la familia es la célula básica del agradecimiento y
la fidelidad. Cuando no hay una profunda y mutua relación de respeto y aprecio,
donde el agradecimiento es la base, se pierden los valores y el futuro no será
muy auspicioso.
La razón por la cual el mundo se ha
convertido en algo tan caótico es porque la familia se ha destruido. La
familia, la célula más importante de la sociedad, está en un punto de casi desintegración
y los líderes de la sociedad son tan ignorantes que no se dan cuenta de todo el
daño que provocan mientras promocionan y apoyan el adulterio, el aborto, la explotación
de la mujer, etc. Ellos mismos están destruyendo las familias.
La situación actual va a acabar con
la cultura superior de respeto y aprecio. De ahí en adelante solo nos espera
vivir en un "mercado de carne humana", donde todos los valores básicos
desaparecerán por completo. Por eso es tan importante que le demos a la
castidad el valor que se merece.
En este sentido, la brahmacaria es un
gran regalo. No debe ser vista como una imposición para dificultar la vida,
para traumatizarnos o molestarnos, sino es la llave para librarnos de una
cultura en la que todo está basado en el placer sexual que no nos va a llevar a
ningún lado.
La ausencia de castidad y valores
superiores es nuestra preocupación principal. Los practicantes de la Conciencia
de Krishna se preocupan por llamar la atención de todas las personas
inteligentes que quieren cambiar el rumbo de sus vidas y dar un paso adelante
contra la explotación. A ellos invitamos a descubrir los valores del celibato,
de la castidad, de la brahmacaria, incluso en la vida familiar, donde los
padres de familia se convierten en grihastas - brahmacaris que no se enredan en
el disfrute de los sentidos y solo se unen sexualmente para procrear.
En el ashram del Maestro Espiritual
hay ciertas reglas y valores que nos protegen. Lo mas sencillo de todos es
mantener el respeto entre hombres y mujeres, para ello, quienes no están
casados o no tienen algún tipo de relación deben evitar hablar a solas en
sitios privados. Esta es una regla sagrada, no porque la gente no sea de
confianza, sino para protegernos de la mentalidad explotadora que siempre
quiere surgir debido al condicionamiento material. Por eso, para mantenernos
sanos en los votos de brahmacaria y en la conciencia espiritual, uno necesita
protegerse y refugiarse en el lugar adecuado. Esa protección viene de
desarrollar una actitud rendida y ocuparse en el servicio bajo la instrucción
del Maestro Espiritual.
Un brahmacari también debe cuidar su relación
con el dinero y nunca buscar lucrar a costa de otros, pues la lujuria se
manifiesta de muchas formas, incluso sutilmente como la codicia, el deseo de
diferenciarse de los demás, de ser reconocido y adorado, la vanidad, etc. Todo
ello son solo condicionamientos del mundo que provienen del deseo de volvernos
los disfrutadores de todo, sintiendo envidia incluso de Dios, quien es el
disfrutador último de todas las cosas. El único que merece toda adoración es el
Señor Supremo y quienes están refugiados en él se mantienen protegidos.
Los brahmacaris que viven en el
Ashram del Maestro Espiritual dedican sus actividades a la adoración del Señor,
dirigen sus ganancias hacia Dios y hacen servicio desinteresado y rendido. Todo
ello guiado hacia el beneficio de Dios y de las entidades vivientes.
Así, los brahmacaris practican
celibato como algo muy natural, lo que no quiere decir que no tengan
proyecciones de casarse algún día y formar una familia, al contrario, pero si
tratan de llevar su proceso de manera consciente y sin apuros. Cuando sienten
que es el momento de formar una familia, se acercan al Maestro Espiritual que
los guiará en esta nueva etapa.
Así, el celibato les da fortaleza de carácter,
donde corazón, mente y sentidos se alinean y se ponen bajo el control de Dios.
Eso significa que cuando un brahmacari decide casarse va a ver a su esposa como
un altar de Dios, alguien a quien no puede defraudar y con quien está
comprometido para toda la vida. Allí, la castidad sigue siendo la llave que abrirá
las puertas del crecimiento espiritual.
En la cultura védica la mujer es tan
respetada por todos (el esposo, los hijos, etc.) que el abuso simplemente no
encaja. Es algo muy natural. Pero en la sociedad actual no existe nada de eso. El
rol de la mujer, de la madre, es tan importante y valorado que se debe proteger
a toda costa.
Todo lo que nuestro Padre Supremo nos
ha dado es completamente ideal y perfecto y la castidad es la protección para
que tal regalo no se pierda. Por eso, la brahmacaria y la castidad son la ayuda
que necesitamos para no desviarnos debido a las trampas que siempre nos
incentivan hacia la degradación.
La castidad es fundamental porque
permite que uno se enfrente consigo mismo: dependiendo de lo que uno haga en su
vida diaria luego va a experimentar las reacciones en el futuro. Nadie se puede
escapar a esta ley natural, pues todo está en las manos de Krishna, por eso, la
vida de brahmacaria es un gran regalo que no podemos desperdiciar. Por eso, después
de ser brahmacari, hay dos ceremonias muy sagradas: el matrimonio o la orden de
renuncia.
Un brahmacari que decide casarse debe
llegar con la mentalidad: "voy a fundar una familia con una pareja sagrada
como ofrenda a mi Señor" Esa es la conciencia que se desarrolla en la
escuela de brahmacari, porque brahmacaria no es educación a-sexual, sino es educación
para espiritualizar las relaciones y aprender a guardar el máximo respeto por
la pareja que lo va a acompañar el resto de la vida. Por eso la Conciencia de
Krishna busca instruirnos e instalar en nuestras vidas la educación de
brahmacari, la educación que promueve el respeto y el aprecio en las
relaciones. Así, la teoría y la práctica deben protegerse hasta llegar a la
meta, debemos hacer todo lo posible para alcanzar la meta de la maravillosa educación
espiritual.
Esta es solo una introducción básica
al tema de la educación espiritual y de la fortaleza de las familias. La
cultura vaishnava profundiza mucho más en estos aspectos. Debemos luchar día a día
por convertirnos en vaishnavas, en alguien puro y genuino que respeta y aprecia
el altar de la vida y quien les regala su corazón a los demás, volviéndose
alguien digno de confianza. Esa es la esperanza de la sociedad, los brahmana-vaishnavas,
aquellos que están consagrados a la verdad.
Debemos aspirar a convertirnos en
brahmanas, aun así este muy lejos de nuestra realidad, nunca debemos perder el
norte de los ideales. Brahmacaria es civilización y responsabilidad. Todos los
practicantes genuinos de la vida espiritual pueden participar de esta manera en
nuestra familia y así ayudarnos a crear un mundo mejor inspirados en Srila
Prabhupada y sus enseñanzas inmortales, que nos han levantado de las tinieblas
mas oscuras con la antorcha del conocimiento y el afecto espiritual.
Si ustedes consideran que estas
palabras son validas, entonces no las dejen pasar y más bien vayan hasta el
fondo de la sustancia y cultívense ustedes mismos como servidores capaces de
entregarse a los demás de forma verdadera. Aunque los problemas vengan, aprovechémoslos
para seguir adelante y perfeccionarnos en el camino de regreso a Dios.
Muchas gracias por compartir esta reflexión
del día de hoy. Este es mi mensaje inspirado en el hermoso ejemplo que Srila
Prabhupada nos dejó.
Todo mi afecto.
Jay Srila Prabhupada.
Su siempre bienqueriente
Swami B. A. Paramadvaiti.