Queridos
devotos, acepten todo mi afecto desde Ecuador,
han sido días de
mucho néctar, visitando dos o más
programas en el día.
Los
devotos de Ecuador, sin duda, se están esforzando mucho en predicar.
En
Vilcabamba quedé
impresionado, habían más
de 50 personas en el programa, y eso que es un programa nuevo
relativamente. Ya mañana emprendemos viaje nuevamente, feliz de
haber estado en tierras ecuatorianas.
Hoy
quiero compartir unas palabras sobre la rendición;
Rendición
es la aceptación absoluta, en palabras y en compromisos,
preferentemente en pensamientos también. Distinguiendo y aceptando
lo favorable para progresar en el camino de regreso a Dios.
Llegar
a la morada de Dios es la meta de la vida, no hay nada más
importante que ello. No hay nada mejor que ello, pero en el camino
también surgen impedimentos.
Por
eso, el aceptar las condiciones favorables para dirigirse en la
dirección correcta es uno de los síntomas de la rendición, otro
síntoma es decidirse y determinarse en rechazar todo aquello que no
es favorable en el camino para alcanzar los Pies de Loto de Sri
Krishna.
Inicialmente
puede que no estemos seguros de cuál
es la meta que queremos alcanzar, quizás sólo percibimos algunas
cosas, como por ejemplo que nuestra meta es positiva, que está
más allá de la dualidad y por lo tanto nos entregará verdadera
paz, que está
más allá de las miserias y las mentiras de este mundo material.
Sin
embargo, la esencia de la rendición es conectarse con la frecuencia
de no tener ningún interés separado de Sri Krishna. Y para ello,
uno debe preguntarse y orar preguntando sobre cuál es la dulce
voluntad del Señor para mí.
La
rendición trae grandes cambios en la existencia de una persona, es
una transición, un gran paso de cambio desde los esfuerzos guiados
por el egoísmo hacia la completa dedicación espiritual libre del
beneficio personal.
Eso
se lleva a la práctica en la medida que se utiliza todo lo que uno
ha recibido en el servicio amoroso del Señor.
En
Sudamerica decimos: Hacer buen uso de una mala ganga. Esa es la
filosofía del "yukta vairagya" utilizar todo cuanto
tenemos al servicio del Señor. Pues Él es la fuente y el origen de
todo.
En
la frecuencia de la rendición todo se vuelve positivo y progresivo,
en la vida de la rendición uno debe esforzarse por hacerse
consciente de todo lo que ha recibido y también por distinguir las
cosas de forma adecuada.
Uno
debe apreciar todo lo que le llega. Valorar su vida misma como un
regalo de Dios. ¿Cuán
importantes somos? Esa pregunta sólo puede ser respondida en
relación con la causa de nuestra existencia. La causa de nuestra
existencia es el propósito de ella, y el propósito de la vida
humana es ser un sirviente de Krishna "jivera svarupa hoy,
krishnera nitya dasa"
El
propósito de la vida humana es el de ser un sirviente de Dios,
entonces la importancia de la vida de cada uno se mide en relación a
lo conectado que uno esta con el servicio a Dios. Y el servicio a
Dios es el servicio a todas las almas, el servicio para que las otras
almas se vuelvan también conscientes de Dios.
Esa
es la esencia de nuestra vida, por lo tanto nuestras vidas se vuelven
muy importantes. El valor de nuestras propias acciones depende de
hacia dónde
están dirigidas. Si actuamos para servir, entonces nuestras acciones
y nuestra vida se vuelven muy valiosas, es algo proporcional mientras
más actitud de servicio a las almas y a Dios desarrollamos, más
valiosa se vuelve la vida.
Si
no utilizamos nuestra vida de manera correcta, entonces no haremos
más que perder el tiempo en cosas del mundo material como vestirnos
a la moda, tener las mejores joyas, divertirnos de las formas más
extravagantes, etc, etc, etc.
La
vida se va de las manos tan rápido que cuando nos damos cuenta ya
estamos completamente consumidos por las fauces del mundo material.
Por
eso, mis queridos, este es el momento indicado para hacer un auto
análisis profundo y preguntarse: ¿quién
soy yo? ¿qué
hace que mi existencia sea valiosa?
Ya
les di las pistas para que cada uno responda estas preguntas. No hay
nada más hermoso y más auspicioso que la Verdad. Es mediante la
conciencia que cada alma posee que nos podemos dar cuenta de qué
manera somos parte de esa Verdad. Debemos hacer la confección con
nuestra esencia de sirvientes eternos. No es un estado artificial, es
una realización que desciende desde lo más elevado gracias a la
misericordia sin causa.
Y
lo más importante es que debemos entrenarnos para volvernos buenos
sirvientes. La práctica
diaria, el esfuerzo diario es el que nos prepara para esto.
Uno
avanza en la medida que anhela servir. Es proporcional, a más
servicio, más avance.
El
servicio devocional es la raíz verdadera de todo este asunto.
¿Cómo
se vivencia este servicio devocional en la práctica? Al recordar a
Dios, al hacer planes para Dios o para vincular a otros con Dios,
cuando cultivas la inspiración de estar junto a Dios, cuando
trabajas y te esfuerzas para mejorar y volverte apto en algún
momento para servir a Dios.
Todo
esto que aspiramos en el proceso de la vida espiritual no es algo
ordinario, al contrario. Mejor dicho, estamos hablando de la meta
suprema de la vida. Nada menos que ello.
Sólo
podremos conectarnos con esa meta en la medida que nos mantenemos
vinculados con una fuente fidedigna de energía espiritual, y
reciprocando esta conexión con la actitud correcta, esa actitud es
la rendición de la cual hablamos en un inicio. La actitud de
rechazar todos los intereses egoístas separados de Sri Krishna.
Esta
es nuestra oportunidad para decidir si nos rendimos a la Fuente
suprema o seguimos rendidos al materialismo al cual hemos servido
vida tras vida.
Con
estas palabras me despido el día de hoy.
Espero
que puedan reflexionar en ellas durante la semana.
Jay
Srila Prabhupada!
Su
siempre Bienqueriente
B.A
Paramadvaiti Swami