Conferencia.
Queridos devotos,
Les envío todo mi afecto desde la costa Colombiana, donde
hemos pasado unos días de mucha meditación junto a nuestros hermanos nativos de
diferentes pueblos.
Cuando estuve en el último Mela de Alemania, me quede
sorprendido con una receta de prasadam vegano que hicieron los devotos de
Italia. A partir de eso, yo pedí en mi oficina que distribuyan esa receta,
porque hace un tiempo decidimos con Gurudeva Atulananda que nuestros
restaurantes Govinda debían ofrecer opciones veganas, pues lo más importante es
la distribución de prasadam a todos.
Nosotros sabemos que la cultura védica no es vegana, pero si
es una cultura de total compromiso con la protección de los animales, sobre
todo de las vacas. Védicamente es impensado que un vaishnava pudiese estar
involucrado en el sufrimiento de los animales y eso no ha cambiado, los devotos
poseen amor incondicional hacia todos sus hermanos en cuerpo de animal, pues
comprenden la ley del karma en su totalidad. La diferencia es que el mundo
moderno, influenciado por los avances de la Era de Kali, presenta a los devotos
diferentes circunstancias que antes no existían. Hoy en día los animales son
explotados y maltratados en su mayoría, sobre todo en las industrias relacionadas
con la carne y los lácteos. Por ello, cualquier actitud y decisión que uno tome
al respecto deben ser completamente humildes y respetuosas hacia los que hayan
tomado otro camino, pues el tema del vegetarianismo y veganismo ha sido muy
especial entre los protectores de los animales. Esa es un ley general, no solo
en este caso sino en cualquier aspecto de la vida de un devoto, que uno nunca
debe presentarse ante otros como si su filosofía de vida fuera la más elevada y
todo aquello que los demás hacen es algo sin sentido.
Nosotros no somos veganos estrictamente, pero amamos a todos
los veganos, más aun a los que son activistas por la protección a los animales.
No podemos volvernos veganos porque provenimos de una cultura que adora a las
vacas, que consume productos lácteos y que se los ofrece a Dios. Sin embargo
hay una cosa que debemos tener clara, es que debemos ser muy conscientes de
evitar al máximo de consumir cualquier producto lácteo que provenga del
sufrimiento a los animales y, que decir de ofrecérselo a Krishna en el altar. No
somos veganos, pero tampoco podemos ser cómplices del maltrato a los animales porque consumimos
productos del mercado que están marcados con el sufrimiento. Debemos tratar de
conseguir leche de vaca natural para nuestras fincas y templos dentro de lo
posible y hacer ricas preparaciones caseras para ofrecer a las deidades.
En nuestra familia tenemos dos goshalas, que son sitios para
la protección de las vacas: uno en India a cargo de Lalita Madhava, donde
cuidan mas de 200 vacas y otro en Italia, en la finca, donde tenemos 5 vacas.
Es un esfuerzo en pequeña escala, por eso también tenemos que comprometernos a
que nuestro consumo de lácteos sea lo menos dañino posible. Hay otro punto muy importante es el acto de la ofrenda. Una
vaquita que cuya leche es ofrecida a Dios se purifica inmediatamente, solo por
conectarse con la divinidad de esa manera. Así la vida de un animal, de una
fruta o de un vegetal pasa a tener sentido completo porque adquiere el
significado que su vida fue para Dios. Así, los vaishnavas intentan aplicar
criterios completos a las situaciones, no solo decir: "no como nada que
provenga de los animales", pues en ese caso podríamos cuestionarnos hasta
el punto de decir: ¿de dónde viene el abono de los vegetales que te comes? Si
la respuesta es "de la vaca", entonces tiene origen animal y si la
respuesta es "de los químicos" entonces no consumes nada animal pero
estas dañando la Madre Tierra a punta de químicos.
La solución a todo ello es hacer lo mejor que uno pueda, de
la manera más consciente y ofrecerlo todo a Krishna, pues él es el disfrutador
y el controlador último de las cosas.
Si hay algo que no funcione a la perfección, Krishna se
encarga de armonizarlo y de ayudar a las almas en su crecimiento espiritual. Lo
más importante de todo esto es el amor, el amor hacia todas las entidades
vivientes; eso significa actuar como un bienqueriente de los demás y el matar a
alguien es totalmente contrario a la postura de un bienqueriente. La conclusión
de esta reflexión es que debemos entregar todo lo que hacemos a Dios y tener fe
de que siempre nos mantenemos conectados con él, ya sea directa o
indirectamente.
Todo lo que se hace en conexión con Dios y con Su Santo
Nombre es completamente beneficioso para quien lo realiza y para quien está
alrededor. Este es mi mensaje de hoy, palabras breves que espero que ayuden a
salir de dudas a todos los que se han confundido con estos temas.
Un gran abrazo.
Su siempre bienqueriente
Swami B. A. Paramadvaiti.