Conferencia desde India.
Queridos devotos
Hoy quiero hablarles a ustedes de algo muy importante, y eso
es la alegría de los niños.
Los niños son el regalo más grande de Dios, porque ellos son
indefensos y ellos dependen de tu plena sinceridad y de tu iluminación. Si tú
mismo andas en oscuridad ¿Qué luz les vas a ofrecer? Yo sé que todos somos muy
involucrados en el tema de los niños, porque todos somos niños, la verdad es
que uno nunca deja de ser niño. Somos niños ante Dios, siempre somos niños. Ser
niño significa estar dispuesto a aceptar que yo dependo de la rendición. Porque es en los seis principios de la
rendición que tomo la actitud de "Krishna tu me tienes que proteger".
Ser niño es tan bello porque se tira a los brazos de la
madre, físicamente, mentalmente en todo sentido se hace dependiente de lo que
tú le des, tan grandioso tan bello que es el hombre que en su psicología
natural se le llama: "el instinto de sentirse protegido" y es
incentivado a través de un cierto
chillido, un grito. Pero el dinero siempre está a nuestro alrededor y en
nuestra mente, 30 millones de dólares por todos lados, esas son las cosas que
rigen y gobiernan nuestros conceptos educativos. Solamente cuando la persona
sea agradecida compasiva y dispuesta a compartir, solamente en ese tipo de
mentalidad que es un tipo de espiritualidad, puede entrar en su cabeza otro
tipo de concepto. Porque en la mentalidad de aspecto ensimismado, según la Oída
terapia, lo único que le entraría en la cabeza, seria cuanto tengo que pagar
para llegar al cielo?, pero en una espiritualidad tan calculada, que
prácticamente carece de sensibilidad, los niños son nuestro ejemplo del
agradecimiento y de la compasión. Los niños son realmente nuestros maestros de
sacrificio.
Si nosotros estamos dispuestos a seguir a estos maestros en
forma de niños, entonces vamos a ser sacrificados, vamos a ser bien animados,
vamos a comprender que la vida espiritual es un remedio del alma, simplemente
un regalo donde podemos apreciar desde nuestra mentalidad consagrados a
nuestros niños. Y es ahí donde entra la
gran necesidad de la fe en la educación, si nosotros no les proveemos a los
niños un tipo de educación de lo que los hace a ellos potencialmente místicos,
agradecidos y compasivos; si no hacemos esto, entonces nosotros somos crueles
con nuestros niños. Eso garantiza, infelizmente, que la mayoría de los niños no
son educados.
Nuestra cultura humana le está fallando a los niños, debemos despertarnos a este concepto! A este
agradecimiento. Los niños son realmente increíbles porque ellos vienen para
ayudarnos, ellos vienen porque son regalos de Krishna, porque a través de este
regalo podemos entender que tenemos que cambiar, a través de este regalo
deberíamos recapacitar nuestra posición en este mundo, porque nosotros mismos
como niños también necesitamos ser protegidos. También necesitamos ser
iluminados, también necesitamos ser aceptados y cuidados con ternura eso es lo
que necesitamos; y justamente eso es lo
que da el maestro espiritual, nos da ternura, amor y cuidado.
Por eso podemos decir con el hecho de que uno alimente bien
a los niños, los viste bien, eso no significa nada, eso es lo básico, común y
corriente, obviamente el papá tiene que alimentar a sus hijos, la persona que
ni siquiera ayude a que sus hijos tengan comida ya su presencia en este planeta
no es esencial... ya puede verse encaminado a destinos peores para reaccionar
por sus actuaciones, así como dicen en
Ecuador: "si nos vives para servir, no sirves para vivir"; y si
alguien no está dispuesto a servir a sus
propios hijos si no se esfuerza por ellos, ya es desechable, es material que
sobra. Es fuerte decirlo así, pero esa es mi opinión sobre eso. Pero el deber
de los padres no solo de dar comida, el deber de los padres es que les den amor
a los hijos, le den espiritualidad, le den rendición, le den fe, le den cosas
importantes, prácticamente lo que le dan los devotos a sus hijos es algo de
tanto valor, es tan increíble que ni se lo puede imaginar, porque si tu le das
amor a alguien este amor se reproduce se multiplica... :) y es por ese lado del amor que nosotros
vamos a crecer espiritualmente, si tú
quieres crecer, crece con tus hijos, crece con el amor por tus hijos, crece con
tu papel en el mundo como un gran servidor, porque para un devoto todos son
como niños, el devoto no tiene prejuicios por la raza, por si tiene
dinero, por el color de piel, pero todas
esas diferencias que se hace a un nivel llamado primicia son totalmente
ignorancia. Y cuando uno quiere avanzar espiritualmente debe hacer todo lo
posible para que todos puedan lograr el máximo beneficio porque en realidad
todo tipo de mentalidad de discriminación es exactamente la causa de nuestra
ignorancia. Krishna ama a todos y eso es lo primero que tienen que entender.
En el Bhagavad Gita donde Krishna dice:
Krishna ama a todos, Krishna se ve en todos, y de esta
manera tu puedes ver que todos somos una gran familia, el que en todos me ve a
Mi, nunca estará perdido.
De esta manera los
niños son una experiencia tan grata y tan bonita, porque son como nosotros ante
Dios, ante el Señor Supremo. ¿Quiénes somos nosotros? Nada hemos conocido, nada
hemos sabido, somos todos tan dependientes y tan chiquititos y si vamos con el
Señor Supremo, vamos a recibir una gran misericordia, siempre vamos a tener
este deber espiritual, que tenemos que dar a nuestros niños lo mejor y tenemos
que dar a todo mundo lo mejor, tenemos que dar amor, amor, amor, amor, amor,
amor por Krishna, amor por los devotos, amor por Radha, amor por las Deidades,
siempre amor, eso es lo que tenemos que hacer, no hay nada más importante que
eso.
Entonces eso son los niños, nuestros maestros los que nos
exigen calidad, los niños no están para que nosotros les demos cosas de segunda
calidad, de segunda consideración, todo los niños automáticamente se merecen de
sus papás lo mejor que tienen. Y ¿qué es lo mejor que tú tienes? Srila Prabhupada es lo mejor que
tenemos, Sri Krishna es lo mejor que tenemos, nosotros tenemos tantos tesoros
recibidos de Prabhupada, esto es lo que hay que darles a los niños, si tu no
les das a los niños los libros de Prabhupada, NO les has dado nada. Posiblemente
los has mandado a Oxford, pero si no les has dado libros de Prabhupada y
conocimiento, entonces no les has dado nada. Por eso el Ashram es una gran
escuela, porque el templo es muy lindo. Tienes que darles madurez en la vida y
tienes que acompañarlos con la madurez que has adquirido y el apropiado manejo
de tu vida, en caso contrario ellos van a decir:
“Tú como padre
no practicas lo que predicas, tu estás descalificado.”
Yo les cuento mi experiencia personal, yo efectivamente
rechacé a mi papá por su incongruencia entre palabra y actuación. Esto para mí
era inaceptable y yo dije si él es tan incongruente en relación a los
cigarrillos, el resto tampoco lo voy a creer así fue, mi pobre papá perdió a su
alumno, yo nunca más de ahí en adelante le preste atención, internamente él ya
no era mi maestro y él se dio cuenta de esto un poco antes de fallecer. Si eso
le pasa a usted como papá, se puede decir que ese es el peor fracaso de la
vida, si el papá deja de ser el maestro del corazón de su hijo, es lo peor de
las cosas. Es como que tu hijo diga:
“Todo lo que me has dado hasta ahora, es tan interesante
pero ahora me debo buscar un maestro que sepa bien las cosas, porque tú ni
siquiera sabes bien de lo que estás hablando”
Que insulto, el papá se queda más maceado, yo agradezco a mi
Maestro Espiritual porque yo estaba sin papá, después de esto que me pasó yo
tenía algunos profesores en la escuela y yo los tomaba en serio hasta que veía
sus fallas y los echaba también, uno tras otro los descalificaba. A los
sacerdotes también los descalificaba, al final yo no tenía maestro, yo andaba
por el mundo decepcionado con todo el mundo. Yo decía:
“¿Qué me quieren decir? Me quieren echar sus mentiras, pero
gracias no las necesito. “
Estaba desesperado triste y oraba porque no podía encontrar
un papá de verdad, y por eso yo soy propiedad de él (Srila Prabhupada), porque
al tener maestro uno se vuelve propiedad de él. Porque el concepto de la verdad
no pierde impacto, no sale de moda, cuando algo es verdad, cuando algo es
importante tienes que aceptarlo y pedirle al maestro espiritual que sea tu guía
para toda la vida.
Si yo comparo a Srila Bhakti Siddhanta Saraswati con Srila
Prabhupada es una comparación muy interesante, en cierta manera, Srila Bhakti
Siddhanta Saraswati tenía una cierta manera de estilo más elocuente que
Prabhupada, sin embargo en la práctica lo que Prabhupada explicaba era cercano
e increíble para el hombre occidental. Conocía todo sobre el mundo occidental
y mientras Srila Bhakti Siddhanta
Saraswati explica las cosas muy abstractas simplemente no entendía, yo me
atrevía a leer los libros de Srila Bhakti Siddhanta Saraswati porque ya eran
temas elevados, entonces eso no era para el mundo occidental, eso si hay que
entenderlo con los pies en el piso, manos en el corazón y dispuesto a la
acción.
Nosotros no somos capaces de entender cosas más elevadas,
quizás en algún momento Prabhupada nos revelará algo, pero mejor no te sientas
muy avanzado, siéntete neófito y sigue estudiando el Bhagavad Gita, Sri
Bhagavatam, haz mucho servicio, y en unos 30 ó 40 años espero verte con la
Japita en la mano y todavía sirviendo a los devotos y no en un café bohemio con
tu pelo largo y especulando sobre el Bhakti confidencial. Por eso nunca digas:
por favor yo no quiero vivir con los devotos y nunca digas que no quieres
cantar a Krishna, es posible que a veces tu no puedas por causas justificables,
pero efectivamente el destino de los devotos esta en los Ashrams, las
madres y los Sanyasis son peregrinos en
el tiempo, no somos individuos en mansiones eso es una farsa de la vida donde
queremos sentirnos bien.
Si al final de la vida no recordamos el Maha Mantra eso
sería lo más grave de todo por eso Krishna puso por misericordia en el Maha
Mantra, es cortito, si fuera muy largo habría muy poco chance de salir del
mundo material. Ese es un encuentro con la esencia pero obviamente el encuentro
con la vida espiritual no está resumido en cantar el Maha Mantra, por eso me
animo en compartir con ustedes la educación con nuestro hijos, aquí la misma
psicología de cómo cuidar a los niños, es la misma psicología de cuidar a los
hombres y todos debemos cuidar esta hermosa flor que está dentro de nosotros. Con
estas palabras me despido. Un abrazo de corazón a todos.
Jay Prabhupada
Haribol.
Su siempre bienqueriente
Swami B. A. Paramadvaiti.